Este
refrán significa que de nada sirve lamentarse de las oportunidades
surgidas en el pasado. Tampoco hay que darlas por perdidas, ya que
supusieron un aprendizaje para nosotros. Simplemente hay que olvidarlas.
Como buenamente dice una amiga mía: ¡perdónate!
Infografía hecha por Amparo Choclán |